Termina el terremoto y lo primero en que se piensa con el regreso de la calma es en llamar a familiares y amigos para saber cómo están. Desafortunadamente, eso es lo mismo que piensan los miles, y en este caso, millones de personas que sufrieron las consecuencias del sismo que la madrugada de sábado sacudió a gran parte del país.¿El resultado? Las líneas se saturan y los intentos de llamados terminan por agotar la batería. Por lo general, con el paso de las horas esta situación tiende a normalizarse. Pero esta vez no ha sido así para gran parte de los afectados por la catástrofe.
Porque, en este caso, la suspensión del servicio no puede asimilarse a lo que ocurre en el Año Nuevo, sino a la dependencia natural que existe entre los sistemas eléctricos y los telefónicos. Una crisis que puede servir para evitar estas fallas en el futuro.
Sin energía
Cuando se realiza una llamada por celular, la señal es captada por una antena y ésta la dirige a un centro de datos asociado, el que se encarga de enviar la llamada a la antena más cercana al receptor.
El inestable suministro de las redes celulares se debe, entonces, a fallas de comunicación entre las antenas y los centros de datos.
Porque al fallar el suministro eléctrico, el centro de datos no puede funcionar. Esto, según declaró la Asociación Gremial de Telefonía Móvil (Atelmo), que reúne a Entel, Movistar y Claro.
Cuando el problema de suministro eléctrico afecta al centro de datos (que si bien operan con baterías de respaldo, sólo pueden funcionar por algunas horas), al intentar llamar el usuario ve que la señal del celular está activa, pero los llamados no llegan a ningún lado. Y, si el problema de energía es en las antenas, la intensidad de la señal disminuye y, cuando el sistema intenta usar otras antenas más cercanas para reemplazar a las que no están operativas, la comunicación pierde calidad y se producen conexiones intermitentes.
También es posible que, producto del mismo movimiento telúrico, hayan ocurrido fallas estructurales, sobre todo en los cables de fibra óptica que unen los centros de datos con las antenas. Allí, aunque haya electricidad, no será posible conectarse. Por suerte, en esta ocasión, han sido menos casos.
El subsecretario de Telecomunicaciones, Pablo Bello, explica que la recuperación de las redes de voz son más complicadas que las de internet -que se normalizaron al mediodía-, porque éstas no requieren la inmediatez que exige la comunicación celular. "La red puede retardarse, una página puede recargarse un poco más lento o un correo enviado en cinco minutos, lo que facilita el trabajo de recuperación", explicó.
Nuevos hábitos
Durante las horas que siguieron al megaterremoto, el flujo de llamadas aumentó cuatro veces, cantidad que la red no está diseñada para soportar. En estos casos, lo que causa mayor problema son las llamadas no contestadas, ya que el sistema está creado pensando en que sólo el 2% de las llamadas hechas no son respondidas al primer intento.
Para evitar la congestión de líneas y lograr comunicarse, la recomendación es usar las redes de datos, que son más estables y tienen menos uso. "Los SMS funcionan mejor, pues no requiere mucha exigencia de la red, pueden tener más desfase, lo que mejora la congestión", señaló.
También es recomendable contar con aparatos de radio de onda corta, que si bien no permitirán hablar con gente en otras ciudades, sirve para mantenerse informado.
En el futuro, gracias al ingreso de la nueva norma de TV digital, los televisores se convertirán en un elemento vital para la transmisión de mensajes. Esto, porque -por defecto- estos aparatos tienen un canal reservado para enviar alertas e, incluso, avisar a los amigos. Y como la norma soporta la posibilidad de ver TV por equipos móviles, los mensajes podrán ser recibidos sin interferir con el resto del tráfico.
Fuente: http://diario.latercera.com/2010/03/01/01/contenido/9_25319_9.html
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